Estilos arquitectónicos. De los órdenes clásicos a las vanguardias del siglo XX

Existen diferentes definiciones de qué es la arquitectura. Desde los primeros hogares y refugios de nuestros más antiguos antepasados hasta los edificios actuales, repletos de tecnología, la arquitectura ha caminado de la mano del ser humano y su entorno, conformando diferentes estilos arquitectónicos en cada época de la historia.

La arquitectura no deriva de una suma de longitudes, anchuras y alturas de los elementos constructivos que envuelven el espacio, sino dimana propiamente del vacío, del espacio envuelto, del espacio interior, en el cual los hombres se mueren y viven

Bruno Zevi, arquitecto italiano (1918-2000)

En este post trataremos de resumir los estilos arquitectónicos más reconocidos y documentados de la historia, desde los rocosos templos románicos de la Alta Edad Media hasta los diseños no lineales y fragmentados del deconstructivismo.

Órdenes clásicos

Con diferencias y estilos arquitectónicos propios en cada región, durante los últimos 2000 años hemos asistido a diferentes corrientes, casi todos ellas representadas por templos o nuevas formas de urbanismo.

La supervivencia de estos edificios nos ha servido para radiografiar no sólo la política de su correspondiente época, sino también el modo de vida de sus ciudadanos y, por supuesto, la evolución estilística de la arquitectura.

Románico, colosos de piedra

El románico fue el primer estilo arquitectónico plenamente europeo desde la caída del Imperio Romano de Occidente, a finales del siglo V.

Debieron pasar varios siglos, todos ellos convulsos y cruciales para la formación de la política del continente, para que el románico se desarrollara plenamente, cosa que logró en el siglo X.

La principal representación del estilo románico nos lo encontramos en las iglesias cristianas de la época. Sus principales características son:

  • Planta de cruz latina con transepto y una o varias naves
  • Crucero central en el lugar de encuentro de los brazos de la planta
  • Bóvedas de cañón, que sustituyen a los techos de madera y da una mayor relevancia al templo
  • Muros gruesos para sustentar la estructura
  • Arco de medio punto, el tipo de arco por excelencia del estilo románico
planta románica

Planta de cruz latina de la catedral de Santiago de Compostela

estilo arquitectonico romanico

Gótico, los primeros rascacielos

Desde finales del siglo XII hasta el XVI, se impone el estilo gótico, que deja atrás los grandes muros y la robustez del románico para levantar edificios de gran altura.

La característica más remarcable del estilo es, sin duda, los contrafuertes exteriores, que permiten una mejor distribución de las cargas del edificio y lo ayudan a proyectarse hacia arriba.

Por otra parte, otra característica fruto de la relajación de las cargas es el uso de la luz, que toma un gran protagonismo al poder crear grandes vidrieras.

Junto a los contrafuertes, también se popularizan las bóvedas de crucería y el arco ojival como elemento básico de sustentación.

En pocas palabras, sus propiedades básicas son:

  • Altura: los edificios góticos, aprovechando los comentados contrafuertes, se proyectan hacia el cielo, simbolizando su ascensión
  • Uso de la luz: los templos se decoran con grandes y coloridas vidrieras que permiten el paso de una gran cantidad de luz. Muchas iglesias de la época se orientaron de forma que los primeros rayos del sol coincidieran con su altar.
  • Bóvedas de crucería: formadas por la intersección de dos bóvedas de cañón, es un tipo de bóveda ligera que parte de la proyección de una columna o un arco. Permite que el recubrimiento de la bóveda sea, igualmente, más ligero.
planta de la catedral de Salisbury

Planta de la catedral de Salisbury, en Inglaterra

Arquitectura gótica, ejemplos, contrafuertes

Renacimiento, el retorno del orden clásico

A finales de la Edad Media, y dentro de un gran número de cambios de tipo político y cultural, el gótico se fue abandonando y el interés en la cultura helenística y romana surgió con fuerza, ocupando, entre otros aspectos, el mundo de la arquitectura.

La exaltación de la fama personal, el afianzamiento del tercer estado aupado por el patriarcado urbano y el salto al protagonismo del individuo, renovó completamente la esfera política, lo que cristalizó en el movimiento renacentista.

Dentro de esta corriente comenzaron a levantarse obras hoy tan reconocidas como la basílica de San Pedro en el Vaticano, se replanteó el urbanismo de las ciudades y se construyeron numerosos edificios de tipo civil como casas grandes y mercados.

La arquitectura renacentista se caracteriza por:

  • Columnas de orden clásico, dórico, jónico y corintio para emplearse como elementos sustentantes. Desaparecen los contrafuertes propios de la arquitectura gótica y los muros recobran su protagonismo
  • El uso del arco de medio punto, un tipo de arco con forma de semicírculo típico de la arquitectura romana, que se vuelve básico en este periodo
  • Temas mitológicos. Que podemos encontrar tanto en la escultura como la pintura. Las mitologías griega, romana y cristiana se funden y adornan tanto las ciudades como los templos
planta basílica de San Pedro

Planta de la basílica de San Pedro, Ciudad del Vaticano

Arquitectura renacentista

Barroco, la máxima expresión de la curva

De los siglos XVII al XVIII, se impuso el barroco, sustituyendo las suaves líneas del renacimiento por formas más dinámicas y un gusto por las formas, los volúmenes y la decoración.

La arquitectura muestra la opulencia de las grandes inversiones civiles y eclesiásticas. Con un estilo más emocional, encontramos curvas, elipses, espirales y figuras complejas, y una tendencia a utilizar la escultura y la pintura para formar conjuntos artísticos exuberantes.

Los elementos más destacados son:

  • Uso del claroscuro, tanto en pintura como en arquitectura. La arquitectura barroca tiende a manipular la entrada de la luz en sus edificios, regulándola, iluminando algunas zonas y oscureciendo otras.
  • Columna salomónica, supuestamente inspirada en los textos del Antiguo Testamento que describían el palacio del rey judío Salomón, son columnas de forma helicoildal que termina en un capitel, normalmente de orden clásico como el corintio o compuesto.
  • Plantas elípticas y mixtilíneas. Aunque se mantiene la planta tradicional rectangular, en el barroco se aprecia la preferencia por las plantas elípticas o por la combinación entre líneas rectas y curvas
Arquitectura barroca

Neoclásico, la adaptación del orden grecorromano a la arquitectura civil

Desde mediados del siglo XVIII y hasta mediados del XIX, el estilo neoclásico sustituyó al barroco. La ilustración y la Revolución Industrial hicieron retomar el gusto por la arquitectura clásica, pero, en esta ocasión, el protagonista sería la arquitectura civil.

Es habitual utilizar el estilo arquitectónico propio de los antiguos templos romanos y griegos, adaptándolos a las construcciones de la época, utilizando únicamente la fachada y el patio principal para desarrollar, tras estos elementos, un edificio de otra tipología, como un parlamento, una biblioteca, etc.

Sus peculiaridades son:

  • Empleo de columnas como elementos de soporte, recuperando los órdenes clásicos
  • Decoración clásica y escasa, sobre todo en las fachadas de los edificios, que demuestran sobriedad, buscando la armonía del conjunto sobre el detalle
  • Geometría sencilla, en contraposición a los estilos anteriores, barroco y rococó
Estilos arquitectónicos - El neoclásico

Arquitectura del siglo XX, vanguardias

A lo largo del siglo XX nos encontramos con numerosos estilos arquitectónicos y tendencias, en gran parte caracterizadas por la búsqueda de la funcionalidad y la importancia del espacio interior, en detrimento del trabajo ornamental de la fachada.

La arquitectura civil se establece como la verdadera protagonista de los movimientos arquitectónicos, cobrando especial importancia la urbanización y los bloques de viviendas, que van unidos a una gran producción filosófica.

A continuación, hablaremos de algunos de los estilos más importantes del siglo XX.

Modernismo

Los estilos arquitectónicos modernistas surgieron en contraposición a la corriente anterior, la arquitectura del hierro y del cristal (cuyo mayor exponente es la Torre Eiffel de París), y se presentan como unas corrientes profundamente decorativas, de formas redondeadas.

Este tipo de arquitectura busca romper la monotonía de las líneas de la fachada a través de la asimetría y las formas curvas y libres.

Los materiales más utilizados son el acero, el hierro forjado y el cristal, elementos típicos de la arquitectura de tipo industrial, pero utilizados en combinación con las formas de la naturaleza y una revalorización del trabajo artesanal.

En España, la escuela modernista tiene su mayor concentración en la zona de Cataluña, con Antoni Gaudí como máximo exponente. Sus obras, rebosantes de líneas curvas y repletas de libertad creativa, presentan todo tipo de mosaicos, policromías y estucos.

estilos arquitectonicos - el modernismo

Art Déco, el estilo de Hollywood

El Art Déco es un estilo que eclosionó tras la decadencia del Art Nouveau y que creció en el periodo de entreguerras del siglo XX, popularizándose especialmente en Hollywood como estilo lujoso, idóneo para la producción cinematográfica de la época.

Contrario al constructivismo soviético, que se popularizó en la misma época, el Art Déco se considera un estilo decorativo y ecléctico, a pesar de lo cual, sus líneas estéticas se vieron muy influidas por la geometría de la Bauhaus o el Art Nouveau.

El uso de la geometría no se dedica a la línea recta, sino también al uso habitual de curvas, círculos, polígonos, etc. También aparecen motivos aztecas, egipcios o mesopotámicos, además de líneas en zigzag.

Tal vez su mayor representante sea el edificio Chrysler de Nueva York, a pesar de lo cual, existen numerosos ejemplos a lo largo del mundo y el estilo ha trascendido a la cultura popular en forma de ambientación de videojuegos, animación o cine.

Racionalismo, cuando el cemento llegó para quedarse

El racionalismo está considerado como el principal de los estilos arquitectónicos del siglo XX. De esta corriente se derivarían el estilo Bauhaus, con cuna en la escuela de diseño alemana del mismo nombre, y el brutalismo soviético, estilos de los que ahora hablaremos.

El racionalismo, que encuentra en Le Corbusier a su representante más canónico, surge, como hemos podido comprobar con estilos anteriores, en contraposición al modernismo y al Art Decó, y al calor de las ideas de funcionalidad y del éxodo rural que se vivió a principios del siglo XX.

El foco racionalista se centró en la construcción de grandes bloques de viviendas de formas geométricas simples y simétricas, en los que el hormigón era el material predilecto.

El racionalismo se guía por los siguientes cinco puntos:

  • Pilotis: sustentan el edificio, con la idea inicial de permitir el espacio a vehículos y evitando las plantas bajas de tipo comercial y los sótanos. La planta se transforma en un espacio despejado.
  • Libertad interior. El hecho de que la estructura que soporta el edificio se base en el forjado y los pilares, abre la posibilidad de modificar los usos y espacios interiores, haciéndolos independientes de la estructura
  • La fachada libre. La fachada se convierte en una fina piel con una función principalmente protectora, librándose de su carga estructural.
  • El uso de la luz, a través de grandes ventanales. La pérdida de muros de soporte en virtud de los pilares y el forjado permiten la apertura de grandes espacios horizontales en las paredes. La luz entra de forma uniforme iluminando toda la estancia.
  • Techos terraza y ajardinados, en sustitución de los tradicionales techos inclinados. De esta forma, las terrazas de los edificios se convierten en un elemento más de la urbanización que puede ser utilizado con diferentes usos por los inquilinos.
corrientes arquitectónicas, el racionalismo de Le Corbusier

Bauhaus, la primera escuela de diseño

Fundada por Walter Gropius, la Escuela de la Bauhaus nació en Alemania en 1919. Supuso una revolución y algunos de sus estudiantes se encuentran entre los arquitectos y diseñadores más reconocidos a nivel mundial.

Su prestigio la ha llevado a mantenerse vigente hasta la actualidad como un icono del diseño y la arquitectura.

Su lema más reconocido, y que sin embargo se atribuye al arquitecto Louis Sullivan, de la Escuela de Chicago, “La forma sigue a la función” es toda una declaración de intenciones y representa perfectamente su querencia por las formas simples y el racionalismo.

Dentro del mundo de la arquitectura, el estilo Bauhaus representa la sencillez y el minimalismo. Uno de sus máximos representantes y último director, Mies van der Rohe, es considerado uno de los arquitectos más ilustres de la arquitectura moderna y una de las mayores influencias del mundillo.

Edificio Bauhaus, estilos arquitectónicos

Brutalismo, los colosos de hormigón y acero

El brutalismo, de origen soviético y nacido como una de las ramas del racionalismo, alcanzó su máxima popularidad durante los años 70 del pasado siglo, tanto en los países del este de Europa como en los anglosajones.

Nuevamente el hormigón y el acero son los materiales protagonistas, en este caso, para realizar imponentes edificios geométricos de grandes volúmenes mostrando el material en bruto, y de ahí el nombre del movimiento.

Las formas de los edificios brutalistas tienden a ser simples, con predominio, salvo excepciones, de la línea recta. Suelen estar formadas por módulos que se repiten, alrededor de áreas funcionales articuladas

En los últimos años, y a pesar del deterioro que muchas de las estructuras brutalistas ha sufrido con los años, el movimiento está resurgiendo con fuerza dentro de los estilos arquitectónicos actuales de la mano de arquitectos que reivindican su legado.

estilos arquitectonicos - el brutalismo

Deconstructivismo, el caos controlado

Como vimos en el post de la Casa Danzante de Praga, el deconstructivismo, como estilo, nació en la década de 1980 como un movimiento que busca la fragmentación de los edificios, el desafío a las líneas rectas y las formas geométricas clásicas.


Los edificios que se acogen dentro de este estilo muestran formas arriesgadas y, en ocasiones, dan la impresión de ser caóticos dentro de un orden establecido. Para su revestimiento es habitual el uso de materiales novedosos que se adapten al diseño ideado por el arquitecto.

estilos arquitectónicos - la arquitectura deconstructivista


En este punto damos por terminado este pequeño repaso a los estilos arquitectónicos más reconocidos de los últimos años (y siglos). Como has podido comprobar, cada estilo cuenta con unas características peculiares que son fruto y representación de su propia época.


Ya sólo cabe preguntarse qué nuevos estilos y corrientes harán su aparición en los próximos años y qué novedades y materiales traerán consigo.